Creada en Europa a partir de la destilación de cereales como cebada malteada, maíz y centeno, la ginebra tiene un característico sabor y aroma gracias al aceite esencial de las bayas de enebro con las que se elabora.
El origen de la ginebra no es suizo. De hecho, fue en Holanda donde, a mediados del siglo XVII, el médico Franciscus Sylvius de la Boeel intentaba obtener un remedio para las afecciones renales mezclando alcohol de cebada, centeno y maíz con bayas de enebro.