A inicios de 1600 llegan a América las técnicas de destilación para que las familias irlandesas, escocesas e inglesas, puedan disfrutar de un aguardiente creado en el Nuevo Continente. Así empieza el gran recorrido de lo que hoy conocemos como el whiskey americano. En Estados Unidos el desarrollo de las destilaciones comenzó en las zonas donde ya estaban asentados los nuevos colonizadores: Virginia, Kentucky, Tennessee, Carolina y los estados aledaños, donde por medio de granos se empezaron a realizar las primeras destilaciones serias cercanas al año 1789, cuando. Elijah Craig empezó a desarrollar la industria del whiskey en aquel país. Para ello se dieron incentivos en la plantación de maíz en las zonas de Virginia, promoviendo la materia prima para la elaboración de este aguardiente.